James L. Lacy, expresidente de Rotary International, apasionado por mejorar la vida de los niños, quien trabajó incansablemente para recaudar fondos destinados a la erradicación de la polio, fallece a la edad de 92 años.

Lacy, socio del Club Rotario de Cookeville, Tennessee (EE. UU.) durante 53 años, sirvió como presidente de RI en 1998-1999. Su lema presidencial, Avancemos hacia nuestro sueño rotario, instó a los socios a convertir sus sueños en acción para abordar las preocupaciones de la comunidad, en particular las necesidades de los niños.

«Quería que fuera algo personal. Quería un lema activo, algo que desafiara a los rotarios», explicó en una entrevista realizada ese año por la revista The Rotarian (ahora revista Rotary). «Comencé a pensar en cómo Rotary y La Fundación Rotaria se iniciaron con un sueño. Un sueño es algo que viene del corazón y se transforma en realidad con las manos. Mediante la acción, haces realidad tus sueños».

Durante un discurso en la Convención de Rotary International de 1999 en Singapur, desafió a los rotarios a canalizar su cuidado en la vida de los miembros más valiosos y vulnerables de la sociedad: nuestros niños.

«Para mí, un sueño rotario cumplido es ver a los niños que sufrían volverse felices y saludables, con sus vidas llenas de nuevas oportunidades. Me di cuenta de que no podía cumplir este sueño por mi cuenta, pero sabía que con todos nosotros trabajando juntos, codo a codo, con las manos y el corazón, podríamos comenzar a hacer realidad este sueño».

Lacy integró la Cámara de Representantes de Tennessee entre 1967 y 1970. Formó parte del Grupo de Acción de Rotary para la Erradicación de la Polio en Estados Unidos de 2000 a 2017, ocupando los cargos de presidente (2006-2017) y vicepresidente (2001-2006), y antes de eso fue promotor del apoyo gubernamental a la erradicación de la polio. Desempeñó un papel fundamental en la obtención de más de 2600 millones de dólares para el Fondo PolioPlus. En 1997, participó en un Día Nacional de Vacunación en la India, un evento que vacunó a más de 127 millones de niños. En 2018 fue honrado como Pionero de PolioPlus por haber fundado el programa y su apoyo continuo a este.

«Jim Lacy fue un defensor de los niños», recuerda John F. Germ, quien se desempeñó como presidente de Rotary International en 2016-2017. «Inició el programa Subvenciones para crear oportunidades para los niños y fue extremadamente activo en la erradicación de la polio. James jugó un papel decisivo en el inicio del programa».

Lacy se afilió al Club Rotario de Cookeville en 1964 a sus 34 años. Según su perfil en la revista, dejó el club porque había pocos socios de su edad, pero le convencieron para que volviera poco después. El club invitó a otros profesionales de su edad a unirse y los involucró en proyectos de servicio. Lacy dirigió un viaje de Intercambio de Grupos de Estudio a Inglaterra en 1977-1978 que «le abrió los ojos a la internacionalidad de Rotary» y se convirtió en uno de sus mejores recuerdos. También fue presidente de su club en 1978-1979.

Atribuyó a sus padres el mérito de haberle inculcado el amor por el servicio a la comunidad. «Siempre me enseñaron a compartir con los menos afortunados», declaró a The Rotarian. «Siempre he sentido empatía por los necesitados. Mis padres me inculcaron que las oportunidades van acompañadas de obligaciones. Siempre me ha gustado el trabajo voluntario y este sentimiento me ha llevado a prestar servicio en Rotary durante muchos años».

Además de presidente de RI, Lacy fue director de RI, fiduciario y presidente del Consejo de Fiduciarios de La Fundación Rotaria, gobernador de distrito y moderador de la Asamblea Internacional. Recibió la Citación por Servicio Meritorio de La Fundación Rotaria por su apoyo a programas educativos y humanitarios, así como el Premio por Servicios Distinguidos y el Premio Dar de Sí antes de Pensar en Sí de RI. Él y su esposa, Claudine, son Donantes Mayores.

Lacy era propietario y presidente de una empresa de confitería. En 1986 compró Gilliam Candy Brands Inc. en Paducah, Kentucky (EE. UU.) y la amplió comprando otras fábricas de caramelos en Kentucky, así como en Georgia, Kansas y Nueva York. Antes fue presidente de una empresa de inversiones y promotor inmobiliario de éxito. También sirvió en el ejército de 1952 a 1954.

En la comunidad, Lacy fue entrenador de béisbol infantil durante 17 años, empezando con el equipo de su hijo en 1961 pero continuando mucho después de que su hijo dejara el equipo. Creía que el béisbol ayuda a los jóvenes a adquirir confianza en sí mismos, estimula el trabajo en equipo y capacidad de comunicación. Los Lacys también fueron miembros durante mucho tiempo de la Iglesia Presbiteriana.

En 2005, el Club Rotario de Cookeville creó el Fondo Infantil James L. & Claudine Lacy para que el sistema escolar del condado de Putnam pudiera proporcionar ropa, calzado y otros artículos de primera necesidad a los alumnos necesitados. El club nombró el fondo en reconocimiento al servicio prestado por Lacy como presidente de RI y su dedicación a mejorar la vida de los niños de todo el mundo.

A James L. Lacy le sobreviven su esposa de 74 años, Claudine; su hijo, Bill, y su nuera, Susie; su hermano, Alvin, y su esposa, Barbara; y su cuñada, Rowena Lacy. Pueden hacerse contribuciones en su memoria a Cookeville Rotary Club, P.O. Box 1005, Cookeville, TN 38503, o Cookeville First Cumberland Presbyterian Church, 565 E 10th Street, Cookeville, TN 38501.

17-Oct-2023
RSS